Robert Sapolsky – Memorias de un primate (2015) [2001] [Reseña]

Es probable que el nombre de Robert Sapolsky le resulte poco conocido al lector ajeno a la primatología. A diferencia de otras ramas de la ciencia que han podido asimilarse dentro de los imaginarios de la cultura pop, como la física, el estudio de los primates ha mantenido una limitada presencia mediática. Inclusive, la aparición de íconos culturales como Jane Goodall o Dian Fossey, terminó por vincular esta disciplina con el activismo y la ecología, antes que con la popularización de la ciencia o la ficción especulativa.

Aunque ello no debería representar un desincentivo al momento de aproximarnos al trabajo de Sapolsky, quien en la última década ha cosechado reconocimiento a partir de destacados títulos en materia de divulgación científica. Gracias a su sobresaliente formación académica –Antropología Biológica y Neuroendocrinología–, el científico americano ha podido navegar en ámbitos tan disímiles como la neurociencia (Why Zebras Don’t Get Ulcers, 1994), la biología del comportamiento (Behave, 2017) y, recientemente, la filosofía de la libertad (Determined: A Science of Life Without Free Will, 2023).

Curiosamente, dentro de su amplio catálogo de publicaciones, Memorias de un primate es, quizás, el título más destacado y, de cierta manera, el más íntimo. Motivado por su interés en el estudio del comportamiento de los babuinos macho en estado salvaje, el estadounidense, a las pocas semanas de recibirse por la Universidad de Harvard, optó por abandonar las comodidades de su laboratorio para establecerse en un parque nacional de Kenia. Así, durante más de veinte años, su ardua tarea de observación terminó por confluir y, hasta cierto punto, retroalimentarse de las complejas dinámicas sociales, políticas y culturales del África subsahariana.

El fundamento del libro reside, entonces, en una legítima investigación acerca de la conducta de los babuinos en su propio ambiente. El objetivo académico del entonces joven Sapolsky no era otro más que el de entender hasta qué punto las relaciones sociales entre estos primates terminaban por influir en sus niveles de estrés. En ese sentido, el texto resume, a través de un lenguaje alejado de tecnicismos, décadas de investigación de campo, democratizando así el conocimiento académico de una disciplina tan fascinante como la primatología.

Sin embargo, el autor no encasilla su trabajo en el ámbito de la divulgación científica. Pues, si bien es cierto que el libro sintetiza un conocimiento vasto y anecdótico acerca del comportamiento social de los babuinos, también busca acercarse al lector a través de un relato personal, compartiendo el proceso de aprendizaje de un joven investigador perdido en un continente tan hermoso como desafiante. Y justamente gracias a este testimonio, Memorias de un primate puede ser entendida, a su vez, como una suerte de aproximación socioantropológica al entramado cultural y político de la región este de África en los años 80.

Inspirado por aquel inherente carácter de exploración, el primatólogo termina por insertarse, muchas veces sin buscarlo, dentro de las complejas dinámicas existentes en el África oriental. Los interminables viajes por carretera, su riesgosa visita a Uganda tras la caída del déspota Idi Amin, el intrépido recorrido por las montañas Ruwenzori en busca de la tumba de Dian Fossey, los casi fatales ataques de hormigas guerreras, las peleas constantes con guardabosques y, sobre todo, la infinidad de estafas de las que fue víctima; son solo algunas de las más interesantes vivencias que tuvo que sortear durante más de dos décadas.

Además, gracias a su estilo informal pero brutalmente honesto, la pluma de Sapolsky es capaz de retratar una compleja multiplicidad de personajes. A raíz de las condiciones propias de su investigación, el científico termina relacionándose con tribus que residen en los territorios de Kenia y Tanzania. Ello le permite conocer de cerca sus costumbres y su resistencia a los cambios culturales provenientes de occidente. Por ejemplo, una de sus mejores amigas es Rodha, una mujer mitad masái y mitad kikuyu, que incentiva a los niños de su etnia a continuar con su educación formal, a pesar de la oposición de los ancianos. Por otro lado, Samwelly es el nombre de un joven kikuyu que se convierte en su ayudante de campo, representando a una generación de kenianos que navegan entre sus tradiciones tribales y las oportunidades del mundo contemporáneo.

Ahora bien, lo más rescatable de esta aproximación a la intricada realidad africana es la empatía bajo la cual se construye. A lo largo del texto, el estadounidense no pretende dar una cátedra en torno a las raíces de los conflictos en el África subsahariana. Por el contrario, el tono coloquial con el que narra sus vivencias le permite insertarse, curiosamente, como un personaje más que enfrenta las dificultades estructurales de esa región. De esa forma, se nos invita a reflexionar en torno al antropocentrismo, el abandono institucional, el impacto negativo del turismo para con diversos ecosistemas, la corrosiva corrupción en casi todas las esferas de la sociedad, la fragilidad del compromiso humano con la naturaleza y, desgarradoramente, la indiferencia generalizada para con algunas especies de animales.

En definitiva, Memorias de un primate se presenta como una obra que, a partir de una premisa de divulgación científica, es capaz de trazar un retrato íntimo, aunque limitado, de la inabarcable realidad africana. Si bien es cierto que la narración de Sapolsky parte, muchas veces, desde la inocencia, el miedo o la frustración, su aproximación a lo desconocido se construye, siempre, desde una postura profundamente empática. Lejos de buscar verdades absolutas o intricadas explicaciones, el autor ofrece un testimonio profundamente humano no solo de sus hallazgos sobre la conducta de los babuinos, sino también de su convivencia con las tensiones y desigualdades que atraviesan a las sociedades del África oriental.


Valoración: 3.0/5.0

Ficha técnica
Autor: Robert Sapolsky | Título original: A Primate’s Memoir: A Neuroscientist’s Unconventional Life Among the Baboons | Traducción:  Josefina Ruiz Hernández
Año de publicación: 2015 (2001) | Editorial: Capitán Swing
Número de páginas: 407

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