150 años de la muerte del escritor Prosper Mérimée

Prosper Mérimée es un escritor francés, conocido sobre todo por la ópera “Carmen” de su compatriota Georges Bizet, la cual se originó a partir de su novela homónima. Nació el 28 de Septiembre de 1803 en París y, luego de pasar por estudios del Liceoy posteriormente Derecho, frecuentó salones adheridos al movimiento del Romanticismo donde muy joven frecuentó a figuras como Saint-Beuve, Lamartine, Delacroix, Tocqueville, entre otros. Conoció en su juventud a un ya mayor Stendhal, escritor que será su amigo más íntimo, pese a algunos altibajos.

Prosper mérimée

Dedicado también a la política, fue designado en 1834 por Adolphe Thiers, ministro del Interior, con el súper archi importante (ojalá algún día este puesto aquí sea igual de reconocido) cargo de inspector general de monumentos históricos de Francia, a lo cual dedicó 25 años de vida. Es muy recordado, y quizás es lo que más le debe su nación, por haberse encargado de la preservación y haber evitado la destrucción de una cantidad enorme de monumentos históricos (sobre todo iglesias y abadías medievales antiquísimas) de toda Francia, para lo cual, realizó numerosos viajes en compañía de los mejores arquitectos de la época.

Es, además, uno de los ejemplos de escritor famoso y exitoso en su época que luego fue relativamente olvidado. Es curioso mencionar que, cuando era célebre, hizo una reseña biográfica de Stendhal, fallecido hacía 9 años, donde mencionó que carecía de un buen estilo de escritura. Sin embargo, luego de tantos años, a nivel mundial, Stendhal es mucho más reconocido y, más bien, a veces se recuerda a Mérimée como un amigo del primero.

merimee

Sus obras, desde luego, tienen un estilo muy depurado, cercano al romántico y bastante estilizado. Son para mí de muy buena factura las siguientes:

Carmen: (mencionada en un poema de José Santos Chocano que estaremos posteando próximamente) Una de las primeras representantes de femme fatale en la historia. Es una novela fascinante sobre la gitana Carmen, poseedora de un espíritu indomable, que gusta de cruzarse con bandoleros y llevar una vida libre.

Colomba: La historia de una vendetta al más estilo corso, nos cuenta el regreso a su tierra natal del teniente Orso Della Rebbia.

El hugonote: o Una crónica del reinado de Carlos IX, que nos cuenta las peripecias de dos hermanos durante las Guerras de Religión de Francia.

Teatro de Clara Gazul: Obra teatral supuestamente escrita por la española Clara Gazul. Incluye una pieza sobre la Perricholi (sí, nuestra Micaela Villegas) titulada La carroza del Santo Sacramento.

Carmen and Don Jose, 1846 (litho) by Merimee, Prosper (1803-70) (after); lithograph; Bibliotheque de l’Opera Garnier, Paris, France

Durante el segundo imperio Francés, gracias a su amistad con la emperatriz Eugenia y luego con el emperador Napoleón III, fue una personalidad destacada y cortesano recurrente así como empleado público. Su relación con Eugenia se remonta a su primer viaje a España donde conoció a su madre, María Manuela Kirkpatrick, condesa de Montijo. Allí conoció a la emperatriz que, en ese entonces, era recién una niña. Se cuenta que, junto a su amigo Stendhal, le contaban a las niñas historias interesantes, cuando por motivos políticos Eugenia tuvo que abandonar España con su madre y radicó en París. Posteriormente, ya adulta Eugenia, en una de las tantas veladas parisinas conocería a Luis Napoleón Bonaparte, quien quedará prendado de ella y posteriormente la desposará, convirtiéndose así en emperatriz de Francia.

Hay una anécdota, muy conocida entre los franceses, que precisamente sucedió durante una pomposa fiesta como solo el segundo imperio francés las daba, en el año 1857. Se cuenta que la emperatriz le propuso a Mérimée realizar un dictado (en francés obviamente) para que los príncipes, políticos, científicos, artistas y demás personalidades presentes en el castillo de Compiègne puedan escribirlo a manera de desafío. Luego del difícil dictado, resultó que la mayoría cometió muchos errores, entre ellos la Emperatriz (62 errores) y el emperador (73). El escritor Alejandro Dumas hijo cometió sólo 24. El que salió vencedor, para sorpresa de todos, fue el príncipe Von Metternich, embajador austriaco, con solo 3 errores. Dumas, al conocer el resultado, le preguntó en voz alta:

Señor Príncipe, ¿cuándo se va a presentar en la Academia Francesa para enseñarnos ortografía?»


Si están interesados en alguna reseña de las obras mencionadas nos lo pueden decir en los comentarios.


1 comentario

  1. He tenido la oportunidad de leer «Carmen», por recomendación de mi amigo y es una muy buena obra como la describes en tu reseña. Me encantó lo publicado, aporta mucho en contenido histórico y literario, ni que decir de la anécdota!!!!!! Jajajajaja, me preguntó: cómo estaré yo en ortografía? E incluso quiere leer otras de las obras de esté autor, muy buena!!!!!

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